La importancia de fluir

Pertenecer a una sociedad estructurada como la nuestra nos exige cada día tomar decisiones, que para llegar a concretarse necesitan de todo un proceso o discernimiento interior, donde hacemos uso de la lógica, poniendo a prueba nuestros valores, que nacen de las creencias, y los sentimientos con respecto a lo que está en juego; es como una balanza interior, en cuyo caso lo que pese mas será por lo que nos decidamos y encaminemos nuestra acción.

No hay forma posible de no decidir, pues si nos quedamos inmóviles o no nos decidimos por algo, esta también será una decisión y generalmente otros terminan por hacerlo.
Aunque nuestro cuerpo este quieto, nuestra mente sigue en actividad, aun mayor si tenemos sentimientos reprimidos, seguimos pensando en el pasado o en el futuro, lo que nos genera angustia o ansiedad.

Todo lo que no se hizo, no se decidió a tiempo o no alcanzamos a darnos cuenta que pasó se nos convierte en una carga que se hace cada día más pesada, pues nos sentimos incapaces, culpables, temerosos, etc., lo cual se va convirtiendo en un “círculo vicioso” de situaciones inconclusas y sentimientos contradictorios, pues las circunstancias que no pudimos manejar en el pasado vuelven a aparecer en el presente, en donde carecemos de la habilidad para hacer frente a la realidad pues lo que se dio en el pasado nos ha dejado marcados, y desconfiamos de nuestra capacidad.

Todo esto comenzó cuando comenzamos a resistirnos al fluir de la vida, lo cual no es fácil pues se requiere coraje y confiar en que todo obedece a un plan mayor, que vivimos en un universo inteligente.

Por lo tanto cuando eludimos una responsabilidad, nos dejamos llevar por el miedo, la desesperación o la cólera, detenemos ese fluir y comenzamos a nadar contra corriente, haciéndose todo más difícil aún.

Siguiendo el nivel de vibración de nuestro espíritu, podemos vivir sin fatigarnos por el esfuerzo, si permitimos que la inteligencia del Universo fluya a través nuestro, sin que interfieran el miedo, la resistencia o el apego.

Cuando estamos tensos, cuando nos concentramos en los problemas y no en las soluciones, cuando nos esforzamos demasiado, obsesionándonos, nos domina la angustia y la ofuscación, frenamos el flujo de la Inteligencia de la Naturaleza en su paso de lo In manifiesto a lo Manifiesto.