30 ene 2010

La observación


FRASES PARA EL ALMA 3 DE OSHO
Uno tiene que comenzar a observar el cuerpo caminando, sentándose, yendo a dormir, comiendo. Uno debería comenzar con lo más tangible porque es más fácil. Luego pasar a experiencias más sutiles. Empezar a observar los pensamientos. Y entonces uno se hace un experto observando los pensamientos, para después continuar observando los sentimientos, entonces deberías comenzar a observar tus estados de ánimo, que son aún más sutiles que tus sentimientos y más confusos.
El milagro de observar es que mientras estás observando el cuerpo, tu observador se está haciendo más fuerte, al estar observando los pensamientos, tu observador se está haciendo más fuerte, al estar observando los sentimientos, tu observador se está haciendo más fuerte. Cuando estas observando tus estados de ánimo, el observador es tan fuerte que puede permanecer por sí mismo, observándose a sí mismo, así como una vela en la noche oscura, no solo ilumina todo su alrededor, también se ilumina a sí misma.
Encontrar al observador con su pureza es el más grande logro en la espiritualidad, porque el observador en ti es tu propia alma, el observador en ti es tu inmortalidad. Pero nunca, ni por un solo momento pienses: “ya lo tengo”, porque ese es el momento en que lo pierdes.
La observación es un proceso eterno, siempre continúas siendo más y más profundo, pero nunca llegas al fin donde puedas decir: “Ya lo tengo”. En realidad, cuanto más profundo vayas, tanto más consciente te harás que has entrado a un proceso que es eterno, sin ningún principio y sin ningún fin.
Pero la gente está observando solamente a los otros, nunca se molestan en observarse a sí mismos. Todo el mundo está observando -esa es la observación más superficial- lo que la otra persona está haciendo, lo que la otra persona está vistiendo, como se ve. Todo el mundo está observando, la observación no es algo nuevo a introducirse en tu vida. Solo tiene que ser profundizada, retirada de los otros sentimientos, pensamientos, estados de ánimo, y finalmente al mismo observador.
Puedes reírte muy fácilmente de los actos ridículos de la gente, pero ¿alguna vez te has reído de ti mismo? ¿Alguna vez te has sorprendido a ti mismo haciendo el ridículo? No, tú te mantienes completamente sin observarte, toda tu observación es para otros, y eso no es de ninguna ayuda.
Usa esta energía de la observación para la transformación de tu ser. Puede traerte tanta dicha y tanta bienaventuranza que ni siquiera puedes soñarlo. Un simple proceso, pero una vez que comienzas a usarlo en ti, se convierte en una meditación.
Uno puede hacer meditaciones de cualquier cosa.
Cualquier cosa que te conduzca a tu ser es meditación. Y es inmensamente significativo que encuentres tu propia meditación, porque al encontrarla, encontrarás gran alegría. Y porque es tu propio descubrimiento –no es un ritual impuesto en ti- te encantará profundizar en ella. Cuanto más profundices, más feliz te sentirás –en paz, más silencioso, más integrado, más dignificado, con más gracia.
Todos conocen la observación, así que no es cuestión de aprenderla, es solo cuestión de cambiar los objetos de observación. Traerlo más cerca.
Observa tu cuerpo y te sorprenderás. Puedo mover mi mano sin observarla, y puedo mover mi mano observándola. No verás la diferencia, pero yo puedo sentir la diferencia. Cuando la muevo observándola, hay una gracia y belleza en ello, una paz y un silencio. Puedes caminar observando cada paso, te dará todo el beneficio que el andar te puede dar como ejercicio, y adicionalmente te dará el beneficio de una gran meditación.
El templo de Bodhgaya, donde Gautama el Buddha se iluminó, ha sido hecho en memoria de dos cosas –uno es un árbol Bodhi, bajo el cual solía sentarse. Justo al lado del árbol hay un pasadizo hecho de piedras. El meditaba sentado, y cuando sentía que había estado sentado por mucho rato –un poco de ejercicio era necesario para el cuerpo- entonces caminaba sobre esas piedras. Esa era su meditación caminando.
No deberías dejar pasar un solo momento sin estar consciente. La observación agudizará tu consciencia. Esta es la religión esencial –todo lo demás es simplemente conversación. Pero me preguntas: “¿Hay algo más?” No, si puedes hacer solo la observación, nada más es necesario.
Mi esfuerzo aquí es hacer la religión tan simple como sea posible. Todas las religiones han hecho justo lo opuesto: han hecho las cosas muy complejas, tanto que ni siquiera la gente lo ha intentado. Por ejemplo en las escrituras budistas, hay treinta y tres mil principios, que un monje budista debería seguir, aún siquiera recordarlos es imposible. Solo el número de treinta y tres mil es suficiente para espantarse.
Te enseño simplemente encuentra un solo principio que Se acomode, que sientas que armoniza contigo, y eso es suficiente.

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