MEDITACIONES DE OSHO
Durante un mes, sigue sólo al sí, al camino que dice “si” durante un mes, no sigas el camino que dice “no”.
Dale mas cooperación al “si”, desde allí es donde te unificarás.
El “no” nunca ayuda a alcanzar la unidad. Es siempre el “si” el que ayuda a alcanzar la unidad, porque es confianza, aceptación, oración.
Ser capaz de decir “si” es religioso.
La segunda cosa: el “no” no debe ser reprimido. Si lo reprimes, tomará venganza, se volverá más y más poderoso, y un día explotará y destruirá a tu “si”, de manera que nunca reprimas al “no”…simplemente ignóralo.
Y hay una gran diferencia entre reprimir e ignorar.
Tú sabes que está ahí, y lo reconoces. Dices: “si sé que estas ahí pero voy a seguir al “si”.
No lo reprimes, no peleas contra él, no dices: “sal de allí, desaparece, no quiero nada contigo”.
No le dices nada con ira, no quieres arrojarlo fuera, no quieres tirarlo al sótano de tu inconsciencia en la mente oscura…no, no le haces nada, simplemente reconoces que está allí…pero estás siguiendo al “si”, sin queja, sin reparo, sin ira.
Simplemente sigue al “si”, sin tomar ninguna actitud respecto al “no”.
Ignorarlo es el arte más grande para matar al “no”. Si peleas contra él, ya te has convertido en una víctima, es una víctima muy sutil; el “no” ya te ha ganado.
Cuando peleas contra el “no”, ya le has dicho “no” al no. Es así como se ha apoderado de ti, desde la puerta trasera. No le digas que no ni siquiera al “no”, solo ignóralo.
Durante un mes sigue al “si” y no pelees contra el “no”. Te sorprenderá ver que poco a poco se vuelve flaco y débil, porque ha estado famélico; y un día veras de repente que ya no está ahí, y toda la energía que ocupaba es liberada, y esa energía liberada hará de tu “si” una gran corriente.
Durante un mes, sigue sólo al sí, al camino que dice “si” durante un mes, no sigas el camino que dice “no”.Dale mas cooperación al “si”, desde allí es donde te unificarás.
El “no” nunca ayuda a alcanzar la unidad. Es siempre el “si” el que ayuda a alcanzar la unidad, porque es confianza, aceptación, oración.
Ser capaz de decir “si” es religioso.
La segunda cosa: el “no” no debe ser reprimido. Si lo reprimes, tomará venganza, se volverá más y más poderoso, y un día explotará y destruirá a tu “si”, de manera que nunca reprimas al “no”…simplemente ignóralo.
Y hay una gran diferencia entre reprimir e ignorar.
Tú sabes que está ahí, y lo reconoces. Dices: “si sé que estas ahí pero voy a seguir al “si”.
No lo reprimes, no peleas contra él, no dices: “sal de allí, desaparece, no quiero nada contigo”.
No le dices nada con ira, no quieres arrojarlo fuera, no quieres tirarlo al sótano de tu inconsciencia en la mente oscura…no, no le haces nada, simplemente reconoces que está allí…pero estás siguiendo al “si”, sin queja, sin reparo, sin ira.
Simplemente sigue al “si”, sin tomar ninguna actitud respecto al “no”.
Ignorarlo es el arte más grande para matar al “no”. Si peleas contra él, ya te has convertido en una víctima, es una víctima muy sutil; el “no” ya te ha ganado.
Cuando peleas contra el “no”, ya le has dicho “no” al no. Es así como se ha apoderado de ti, desde la puerta trasera. No le digas que no ni siquiera al “no”, solo ignóralo.
Durante un mes sigue al “si” y no pelees contra el “no”. Te sorprenderá ver que poco a poco se vuelve flaco y débil, porque ha estado famélico; y un día veras de repente que ya no está ahí, y toda la energía que ocupaba es liberada, y esa energía liberada hará de tu “si” una gran corriente.
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